Pequeñita de estatura,
ella vive entre los lagos
y en los ríos muy profundos
que se encuentran en Europa.
Sale con la luna llena,
en las noches de Asraí
si un rayo de sol la baña,
se diluye con el agua
En apariencia es doncella,
pero antigua ella es,
y vive en castillos hechos
en los huecos de las rocas.
Su piel desnuda es verdosa,
cubierta con tenues velos,
y sus alas esmeralda
hacen juego con su pelo.
Y se baña en las cascadas,
que la luna resplandece,
con sus luces platinadas
donde las hadas se mecen.
Y esta hadita en cuestión,
es una contradicción,
porque madura ella es,
más muy verde siempre es.
Y aquí se cumple el refrán,
que yo escuché alguna vez:
Que no todo lo que es verde,
no ha alcanzado madurez.
Yolanda de la Colina
11 de octubre del 2012
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