El dorado amanecer y el dulce otoño en mi corazón,
eres la aurora radiante y la estrella que yo sueño,
cuando susurras de tu boca a mi boca, besos y poesía
en tu lengua, y aunque no entiendo siento la presencia del amor.
Y eres candor matinal un pleno anhelo,
Hermoso, refulgente y majestuoso
y con tu luz cruzas e inundas la sombra donde habito
y bella se hace mi piel entre tus manos y caricias.
Eres hálito de vida, tu cercanía viene de lejos
de lejos viene tu cercanía , tu distancia viene de cerca
agitando, cantando; dulzura del alma y rectitud,
vienes cantando al hablarme, agitando las aguas del océano.
Eres la brisa que riega tu perfume de ultramar
eres lluvia
eres vida
eres el amor de la vida.
¿Qué dirá, ahora, la envidia y el rencor?
¿Qué dirán de nosotros?
Hemos llegado al punto, donde eternamente viviremos,
hemos llegado a la más sublime eclosión de la pasión
y con solo saber eso, nace de mi este poema.
Yolanda de la Colina Flores
4 de mayo del 2007
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