CONCIENCIA

A la increíble Cynthia Isela 

a quien debo el nacimiento de mis princesas, 

en su cumpleaños.

A veces se van las musas,

o quien sea que te inspire,

para fabricar los cuentos,

donde habitan las princesas.

No viene la inspiración,

ni el ingenio hace presencia,

huye la imaginación,

todos brillan por su ausencia.

Pero entonces llegas tú,

como un juglar en escena,

portando mi infancia en tul,

y nubilidad alterna.

Y te vuelves mi conciencia,

que vuela con inocencia,

a mis sueños infantiles,

en lúdicas danzas pueriles.

Recuerdo ideas de antaño,

incluso las sepultadas,

se despiertan los olvidos,

y me evocas su existencia.

Me remueves los cajones,

de la mente y los recuerdos,

y ves en mí agazapados,

viejos cuentos infantiles.

Y encuentro que ahí en el fondo,

había una historia dormida,

y uno que otro verso libre,

que se fue a tomar la siesta.

Y traes contigo la fiesta,

el gozo y la algarabía,

y se plasma en mi conciencia,

mi nítida biografía.

Tras de ti está mi infancia,

que quiere ser la princesa,

de la que cuentan su historia,

entre versos y entre rimas.

Eres esa dulce voz,

que quedo dice al oído:

“Tú puedes contar historias,

tú tienes todo el ingenio”.

“Si se te escapan las musas,

ve y atrápalas al vuelo,

para ello tienes alas,

y puedes surcar los cielos”.

Eres mi regia conciencia,

que se transforma en princesa,

y eres también esa reina,

que ama a todas mis princesas.

Yolanda de la Colina Flores

15 de noviembre del 2012