Aunque pasen los años
y el tiempo sea agravo,
si el viento hace estragos,
el amor se hace bravo.
Si tambalea el mundo,
pilares nos forjamos,
en un microsegundo,
asidos de la mano.
Aunque haya nubarrones,
tomamos a esas briosas
y haciendo conjunciones,
creamos mariposas.
Si tornan nuestra calma,
esas nubes celosas,
seguimos en el alma,
sintiendo mariposas.
Yolanda de la Colina Flores
14 de febrero del 2017
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