EGOCENTRISMO

 Parafraseando el egocentrismo

Yo,

la que yace aquí, a tu lado,
la que te besa y te adivina,
la etérea, la que vibra,
la loca de amor,

la voz que te canta y te enamora.

Yo,
nadie más, sino solamente yo,
yo, la trémula y pequeña,

la que se baña eternamente

ahí en el aroma del aceite
original de tus especias.

Yo,
la que hoy hila tu vida

con hilos de esperanza ciega

hilvanando mis encuentros

con tú mítica presencia

sin zurcidos, tan sincera.

Yo,

la que quiere ser
la elegancia que te viste
natural, y próxima a ti,
tu diamante y tu joya más preciada
que hoy también te pertenece.

Yo,
la que quiere ser tu paraíso,
la voz que te trae el viento,
la que te roza la cara,

cuando caminas por esas calles,

que sueles andar.

Yo,
La que hoy es una página de tu vida
la que conoce palmo a palmo tu piel,

la que roba el aire de tu aliento,

la sonrisa eterna para ti,

la que te quiere dar contento.

Yo,
la que con sus manos te besa y acaricia,

la que ama tus susurros y murmullos.

el recipiente de tu vertiente,

la eterna nota en sintonía,

tu eterna melodía y tu música,

Yo,

Tú eterna compañía y tu lucero,

la de los pies desnudos y pequeños,
la que recorre tus senderos,

tus valles, tus bosques y tus riscos,

y se acurruca para dormir ahí.

Yo,
Volcán en erupción de madrugada

llamaradas de fuego incandescente,

manantial de pasión y lengua de amor viva,

la que te devora palmo a palmo

desvelando todos tus secretos.

Yo,
figura, curvilínea que cambia y se moldea
creando espacios, para ti.
tu pequeña, que te abraza,

y se afianza a tu regazo

en un abrazo para aprender a volar.

Yo,
la niña y mujer, la tristeza y placer,

la tímida y la ardiente, la risueña y la llorona,

la que quedo pide un beso

que pueda como un pañuelo

mis lágrimas recoger.

Yo,
La que te espera en el mar abierto,
la que te danza alrededor, y te canta.
la que ve la transparencia de tu alma,
la pureza en tu mirada

y el fuego de tu pasión.

Yo,
nadie más, simplemente yo,

la entrega primeriza y virginal,

que entrega en el ocaso los matices de la luna,

y pétalos de rosa que te envuelven,

con el amanecer del Sol.

Yo,
tu poesía y tu poetisa eterna
yo, el espíritu que te ronda de noche,

el ángel que vela tus sueños y cuida las posiciones de tu cuerpo

para que puedas respirar y dormir tranquilo.

Yo,

Nadie más,

cariño mío,

solo yo,

simple y llanamente,

yo.

Yo,
La que le grita al viento,

las montañas y los ecos

las vocales y consonantes de tu nombre, al derecho y al revés,

para que en cada superficie reboten

y regresen nuevamente a mi.

Yo,

la que te ama,

yo, tu Yolanda,

tu Dolores

tu Colina

y tus Flores.

Yolanda de la Colina Flores

22 de mayo del 2011