Esta
princesa es genial,
en
la cocina es un crack,
sea
un banquete o un snack,
a
la niña le da igual.
Y
hace platos de cuchara,
que
la abuela solía hacer,
pero
también es versada,
en
la cuisine nouvelle.
Saber
hacer aperitivos,
y
entradas para picar,
sopas
calientes y frías,
canapés
o volovants.
Se
entretiene elaborando,
ensaladas
sin igual,
cada
día va inventado,
algo
nuevo al paladar.
Cocina
muy bien los cortes,
de
ternera o de cordero,
y
elabora regios manjares,
con
aves o con conejos.
Como
buena cocinera,
también
le gusta innovar,
y
le rondan por la testa,
mil
y un recetas que inventa.
Y
aunque cocina pescados,
A
la par que los mariscos,
lo
que hace con la harina,
es
lo que la hace soñar.
Sus
polvorones encantan,
con
dulce aroma de rosas,
y
todos a coro ensalzan,
sus
compotas con violetas.
Te
invita a tomar el té,
con
zumo de saúco frío,
unas
gotas de rocío,
o
dosis de nata y miel.
Como
es buena economista,
ha
llevado a buen recaudo,
los
consejos de abuelita,
y
ha montado un gran bistró.
Y
regala a todo el reino,
sus
creaciones y primicias
sus
arándanos glaseados,
y
las tartas con sus prímulas.
Confites
de bayas dulces,
galletas
hechas de azahar
de
moka y nubes los muffins,
y
flaneas que hacen babear.
Como
la nena en la harina,
le
agrada revolotear,
se
embadurna, se tamiza
y
la pasa a todo dar.
Porque
lo dice un refrán,
que
ella acepta sin chistar:
"No
importa que a ti te cubra,
con
lo que has de trabajar".
Yolanda
de la Colina Flores.
20
de julio del 2012.
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