Esta
pequeña princesa,
vive
en reino peculiar,
en
un mar muy pequeñito,
donde
hay un tierno bebé.
Este
pequeño nenito,
se
ha quedado sin papás,
se
los llevaron las redes,
a
un acuario artificial.
La
princesita es ahora,
su
nana y también mamá,
y
lo arrulla con cariño
para
que pueda soñar.
Como
al magnífico Nemo,
también
van a rescatar,
a
sus padres del acuario,
donde
hoy suelen habitar.
Por
ello todito el reino,
se
ha lanzado a liberar,
y
la princesa solita,
al
bebé debe cuidar.
Y
le arrulla entre sus brazos,
y
de algas le hace papillas,
mientras
regresan sus padres,
se
aplica muy bien la niña.
Y
las nanas que le canta,
están
llenas de esperanza,
porque
ella sabe que pronto
su
mamá regresará.
Mientras
tanto ella lo quiere,
y
lo mece con cuidado,
y
con tiernos movimientos,
el
nene duerme en sus brazos.
Porque
se sabe un buen dicho,
que
jamás ella ha olvidado:
“Que
los nenes pequeñitos,
duermen
bien si son amados”.
Yolanda de la Colina Flores
19
de agosto del 2012
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