viernes, 30 de noviembre de 2012

LA PRINCESA MOSELLE (Serie princesas de fábula de los Mares)

 


Como obra musical,
un día al mar ella arribó,
y Dios de presente le dio,
todo un portento de voz.

Aunque en el ártico está,
no se le apaga la voz,
porque su buen corazón,
le proporciona calor.

Cual toda coloratura,
tiene extenso repertorio,
de las óperas excelsas,
que se escuchan por ahí.

Y esta princesa soprano,
tiene un coro de ballenas,
con dos voces masculinas,
y una contralto sin par.

Pero no hemos de olvidar,
a un cetáceo pequeñito,
con dulce voz de barítono,
y un encanto sin igual.

Los dos cantantes varones,
se aplican la mar de bien,
más los dos no son tenores,
porque uno bajo es.

Y se montan unas arias,
en lo profundo del mar,
sus voces van con las olas,
esparciéndose en el mar.

Y las olas las transportan,
por los confines del mar,
y en playas las depositan,
al romperse en arenal.

Cuando emigran en verano,
la princesa emigra igual,
y siguen montando  coros.
en lo  cálido del mar.

Y las gentes del lugar,
piensan que canta la mar,
pero son estas belugas,
y ésta princesa especial.

Por las aguas de los mares,
navega bien Turandot,
se escuchan tonos de Aída
y también de la Bohëme.

Con Lucía de la Lammermoor,
se van  meciendo las aguas,
y con Madame Butterfly,
se hacen olas en el mar.

Y así navegan las notas,
con la ópera en vaivén,
y por todos los océanos,
se oyen arias en tropel.

La princesa y las belugas,
son muy felices así,
porque saben que hay un dicho,
que bien dicen por ahí:

“El que la ópera escucha,
siente que su soledad,
sin aparente razón,
de pronto poblada está”.

Yolanda de la Colina Flores
27 de agosto del 2012

Safe Creative #1211172697311

No hay comentarios: