sábado, 16 de noviembre de 2013

MININA MI NIÑA FELINA Capítulo 2 ( Cuento de otoño)


Capítulo 2

Mascarada

Minina irrumpió en nuestras vidas en forma inusitada y señalo que arribó de esta manera porque fue una visita totalmente inesperada. Su llegada coincidió con la salida incipiente del estío, en una noche plagada de ventiscas y lluvias de hojas matizadas con los tintes propios de la venidera estación.

Quizás no la habríamos descubierto sino hasta el día siguiente, si no fuera porque el gato del vecino la había tomado con nosotros y todas las noches nos recetaba un despliegue en toda regla de su capacidad para emitir aullidos.

Cansados de intentar ahuyentarlo, con mil y una maneras que toda la gente que nos estimaba había sugerido, no nos había quedado más que utilizar el sabio y antiguo consejo que siempre daba resultado, la de lanzarle un zapato. Así que después de escoger entre nuestro repertorio de viejas zapatillas, las que menos nos servían, mi marido y yo nos dispusimos a la acción, para lo cual abrimos la ventana, que por supuesto permanecía cerrada para mitigar el concierto nocturno del felino; cuando al abrirla, en el dintel de la misma, sobre la cornisa, se encontraba una canasta, de esas donde las abuelas guardan ovillos, con un bebé precioso durmiendo tranquilamente, mi esposo y yo nos quedamos sorprendidos tanto de su presencia, como del hecho de que no perturbasen su sueño los horrendos maullidos que ahora se hacían más sonoros, antes de cerrar la ventana nuevamente e introducirla a nuestra habitación, por supuesto aventamos las zapatillas al remedo de cantante, con tan buen tino, que acabó la función.

Depositamos la pequeña canasta sobre nuestra cama y vimos que la pequeña estaba cubierta de suaves sábanas y acolchada cobijita, como si hubiesen sido elaboradas con pieles de algún armiño no nato. Dormía placidamente y en una de sus pequeñas manos, portaba una pequeña carta, sosteniéndola con un cuidado sorprendente ya que ésta no tenía ni la más leve arruga.

Tomamos la carta con suavidad para no despertarle, y al abrirla una serie de polvitos como diminutas estrellas parecían emanar del  interior del  sobre. Mi marido y yo leímos al mismo tiempo lo escrito en aquella pequeña hoja y si ya estábamos estupefactos ante lo acontecido, nuestro grado de perplejidad aún creció más. La misiva rezaba así:

Esta niña es especial,
os ha sido enviada de lejos
como un regalo del Creador,
cuidarla, educarla y amarla.
Su nombre es Minina, favor de respetarlo.

Al final en lugar de una firma aparecía una especie de sellito lacrado que parecía la huella de un pequeño felino. La criatura nos robó el corazón desde el primer instante, así que de más está decir que cumplimos y recorrimos todo el camino intrincado y tedioso necesario para lograr su adopción. Desde entonces Minina forma parte de nuestra familia y ha venido a llenar nuestras vidas de alegría, emoción y ternura.

Como podréis ver, respetamos el nombre que en la pequeña misiva se nos indicó, aunque al principio no estábamos muy de acuerdo con él a medida que el tiempo pasó nos dimos cuenta que no pudimos haber tomado más certera decisión y a continuación os indicaré el porqué.

Nuestra pequeña hija desde siempre mostró predilección por todo aquello que hiciese referencia o de plano perteneciera al mundo gatuno. Sus juguetes siempre eran gatos, tigres, panteras jaguares, leopardos, ocelotes y  cuanto animal felino se atravesase en su camino.

Su habitación y nuestra casa poco a poco fueron sufriendo una metamorfosis en toda su decoración y todo tenía que ver con el mundo de esta especie. Al principio sin querer la misma inercia de proporcionar a nuestra nena, nos llevó a ir llenando nuestro hogar de todos estos accesorios y muebles, porque como podréis suponer los gatos en nuestra lista de preferencias zoológicas se encontraban seguramente en el último lugar. Pero como señalan los sabios dichos acertadamente, aquello que menos puedas ver seguro en tu casa habrás de tener y de cómo la vida da muchos vuelcos. Así las cosas, nuestro hogar está ahora repleto y tapizado de elementos, muebles, y ornamentos que hacían honor al mundo gatuno.

Cuando Nina pudo emitir sus primeros vocablos en medias palabras me indicó como le realizara un elaborado peinado, una especie de moño que adornaba su coronilla de tal forma que parecían unas orejas de gato hechas con su propio pelo, cuando tuvo la edad suficiente, ella misma se peinaba de esta manera y aprendió a hacerlo de tal forma que le quedaba muchísimo mejor que cuando yo peinaba sus pelirrojos cabellos.

Ya sabíamos que nuestra hija era especial y que sus preferencias no se igualaban a ninguna chiquilla de nuestro barrio, pero, quitando su extraña afición, la considerábamos una niña normal, eso sin tomar en cuenta que en cuestiones escolásticas era realmente ejemplar, siempre sacaba las mejores notas en todos los ámbitos de su aprendizaje, en la lectura y cálculos matemáticos se destacó muchísimo tiempo antes de ingresar en cualquier institución de enseñanza de forma nata y natural. Salvo esas excepciones, nuestra pequeña podía pasar por este mundo, como cualquier otra niña de su edad. Y todo hubiese quedado así si no fuese porque un buen día las maestras del colegio al que Nina asistía organizaron una mascarada, donde los niños debían hacer su propia máscara; para asistir al evento, su elaboración  debía estar basada en aquello que más les agradara, por supuesto la máscara de Nina era la de un gato.

Mi pequeña pasó varios días elaborando su máscara encerrada en su habitación y aduciendo que cuando la tuviese terminada quería darnos una sorpresa, no permitía que nadie entrase mientras ella no la tuviese a buen resguardo.

Llegó el famoso día del evento y Nina nos tenía expectantes, todos en casa esperábamos su aparición y no defraudó a la audiencia, su apariencia y su máscara nos dejó estupefactos. Nuestra niña había cambiado de peinado, ahora su testa la adornaba una especie de diadema coronada con dos hermosas orejas de gato, eran tan perfectas que parecían formar parte de su cabeza, tenían hasta el pelaje propio de su especie y parecían moverse, la máscara tenía la misma manufactura y ésta contra todo pronóstico no tenía orejas, de tal forma que al ponerla sobre su rostro parecía que Nina tenía sobre su cuello una verdadera cabeza de un gato viviente.


Una de las cosas que más nos impresionó a mi marido y a mí,  era el hecho de que la máscara no tenía las clásicas perforaciones en el lugar correspondiente a los ojos para poder mirar y sin embargo Nina veía perfectamente a través de los ojos de la máscara e incluso parecían tener movimiento, la otra y quizás la más impactante es que la nena se había puesto una especie de mallas que en su morfología y en su punta terminaban en unas perfectas patas de gato y bajo su vestido asomaba una preciosa y caudalosa cola. Al ver nuestro rostro Nina solamente dijo: -¿Ah, esto?, son simplemente accesorios. 


Capítol 2

Festa de màscares

Mixeta va irrompre en les nostres vides en forma inusitada i assenyalo que va arribar d'aquesta manera perquè va ser una visita totalment inesperada. La seva arribada va coincidir amb la sortida incipient del estiu, en una nit plagada de torbs i pluges de fulles matisades amb els tints propis de l'esdevenidora estació.

Potser no l'hauríem descobert sinó fins a l'endemà, si no fos perquè el gat del veí l'havia pres amb nosaltres i totes les nits ens receptava un desplegament en tota regla de la seva capacitat per emetre udols.

Cansats d'intentar espantar-ho, amb mil i una maneres que tota la gent que ens estimava havia suggerit, no ens havia quedat més que utilitzar el savi i antic consell que sempre donava resultat, la de llançar-li una sabata. Així que després d'escollir entre el nostre repertori de velles sabatilles, les que menys ens servien, el meu marit i jo ens vam disposar a l'acció, per a això obrim la finestra, que per descomptat romania tancada per mitigar el concert nocturn del felí; quan en obrir-la, en la llinda de la mateixa, sobre la cornisa, es trobava una canastra, d'aquestes on les àvies guarden cabdells, amb un bebè preciós dormint tranquil·lament, el meu espòs i jo ens quedem sorpresos tant de la seva presència, com del fet que no pertorbessin el seu somni els horribles mioles que ara es feien més sonors, abans de tancar la finestra novament i introduir-la a la nostra habitació, per descomptat llancemles sabatilles a la copia de cantant, amb tan bon encert, que va acabar la funció.

Dipositem la petita canastra sobre el nostre llit i vam veure que la petita estava coberta de suaus llençols i embuatada en una acull petita com si haguessin estat elaborades amb pells d'algun ermini no nat. Dormia plàcida·lament en una de les seves petites mans, portava una petita carta, sostenint-la amb una cura sorprenent ja que aquesta no tenia ni la més lleu arruga.

Prenem la carta amb suavitat per no despertar-li, i en obrir-la una sèrie de pols com a diminuts estels semblaven emanar de l'interior del sobre. El meu marit i jo vam llegir al mateix temps l'escrit en aquella petita fulla i si ja estàvem estupefactes davant l'esdevingut, el nostre grau de perplexitat encara va créixer més. La missiva resava així:

Aquesta nena és especial,
us ha estat enviada des de lluny
com un regal del Creador,
cuidar-la, educar-la i estimar-la.
El seu nom és Mixeta, favor de respectar-ho.

Al final en lloc d'una signatura apareixia una espècie de segell lacrat que semblava la petjada d'un petit felí. La criatura ens va robar el cor des del primer instant, així que de més està dir que complim i vam recórrer tot el camí intricat i tediós necessari per aconseguir la seva adopció. Des de llavors Mixeta forma part de la nostra família i ha vingut a omplir les nostres vides d'alegria, emoció i tendresa.

Com podreu veure, respectem el nom que en la petita missiva se'ns va indicar, encara que al principi no estàvem molt d'acord amb ell a mesura que el temps va passar ens vam adonar que no vam poder haver pres més precisa decisió i a continuació us indicaré el perquè.

La nostra petita filla des de sempre va mostrar predilecció per tot allò que fes referència o de plànol pertanyés al món dels gats. Les seves joguines sempre eren gats, tigres, panteres jaguars, lleopards, ocelots i quant animal felí es travessés en el seu camí.

La seva habitació i la nostra casa a poc a poc van ser sofrint una metamorfosi en tota la seva decoració i tot tenia a veure amb el món d'aquesta espècie. Al principi sense voler la mateixa inèrcia de proporcionar a la nostra nena, ens va portar a anar omplint la nostra llar de tots aquests accessoris i mobles, perquè com podreu suposar els gats en la nostra llista de preferències zoològics es trobaven segurament en l'últim lloc. Però com assenyalen els savis dits encertadament, allò que menys puguis veure segur a la teva casa hauràs de tenir i de com la vida dóna moltes bolcades. Així les coses, la nostra llar està ara replet i cobert d'elements, mobles, i ornaments que feien honor al món felí.

Quan Mix va poder emetre els seus primers vocables en mitges paraules em va indicar com li realitzés un elaborat pentinat, una espècie de trossa que adornava el seu cap de tal forma que semblaven unes orelles de gat fetes amb el seu propi pèl, quan va tenir l'edat suficient, ella mateixa es pentinava d'aquesta manera i va aprendre a fer-ho de tal forma que li quedava moltíssim millor que quan jo pentinava els seus pèl-rojos cabells.

Ja sabíem que la nostra filla era especial i que les seves preferències no s'igualaven a cap noia del nostre barri, però, llevant la seva estranya afició, la consideràvem una nena normal, això sense prendre en compte que en qüestions escolàstiques era realment exemplar, sempre treia les millors notes en tots els àmbits del seu aprenentatge, en la lectura i càlculs matemàtics es va destacar moltíssim temps abans d'ingressar en qualsevol institució d'ensenyament de forma nata i natural. Excepte aquestes excepcions, la nostra petita podia passar per aquest món, com qualsevol altra nena de la seva edat. I tot hagués quedat així si no anés perquè un bon dia les mestres del col·legi al que Mix assistia van organitzar una festa de màscares, on els nens havien de fer la seva pròpia màscara; per assistir a l'esdeveniment, la seva elaboració havia d'estar basada en allò que més els agradés, per descomptat la màscara de Mix era la d'un gat.

La meva petita va passar diversos dies elaborant la seva màscara tancada a la seva habitació i adduint que quan la tingués acabada volia donar-nos una sorpresa, no permetia que ningú entrés mentre ella no la tingués a bon resguard.

Va arribar el famós dia de l'esdeveniment i Mix ens tenia pendents d'un fil, tots a casa esperàvem la seva aparició i no va defraudar a l'audiència, la seva aparença i la seva màscara ens va deixar estupefactes. La nostra nena havia canviat de pentinat, ara la seva testa l'adornava una espècie de diadema coronada amb dues belles orelles de gat, eren tan perfectes que semblaven formar part del seu cap, tenien fins al pelatge propi de la seva espècie i semblaven moure's, la màscara tenia la mateixa manufactura i aquesta contra tot pronòstic no tenia orelles, de tal forma que en posar-la sobre el seu rostre semblava que Nina tenia sobre el seu coll un veritable cap d'un gat vivent.

Una de les coses que més ens va impressionar al meu marit i a mi, era el fet que la màscara no tenia les clàssiques perforacions en el lloc corresponent als ulls per poder mirar i no obstant això Mix veia perfectament a través dels ulls de la màscara i fins i tot semblaven tenir moviment, l'altra i potser la més impactant és que la nena s'havia posat una espècie de malles que en la seva morfologia i en la seva punta acabaven en unes perfectes potes de gat i sota el seu vestit apuntava una preciosa i cabalosa cua. En veure el nostre rostre Mix solament va dir: -Ah, això?, són simplement accessoris.

Chapter 2

Masquerade

Minin broke into our lives in an unusual way and noted that arrived in this way because it was a totally unexpected visit. Her arrival coincided with the incipient emergence of summer, in a night full of blizzards and rain of leaves tinged with dyes specific to the upcoming season.

Maybe we would not have discovered until the next day, if not for the neighbor's cat had taken with us and every night we prescribe a full-fledged deployment of their ability to emit howls.

Tired of trying to chase it away, with a thousand and one ways that everyone believed we had suggested, we had been more wiser to use the old advice that always worked, that of throwing a shoe. So after you choose between our repertoire of old sneakers, the least served us, my husband and I set into action, for which opened the window, which of course was closed for mitigate the evening cat concert, when we open it, on the lintel of the same, on the ledge, stood a basket, the kind where grandmothers saved tangles, with a beautiful sleeping peacefully baby, my husband and I were surprised both of his presence, and the fact that perturbation not the horrendous caterwauling his dream now became more audible, before closing the window again and put it to our room, of course dove into the shoes to shadowing singer, with such good sense, which ended the role.

We put the little basket on our bed and saw that the little girl was covered with soft sheets and padded blanket, as if they had been made with some ermine skins unborn. He slept soundly and one of her small hands, carrying a small letter, holding it with surprising care because it had not the slightest wrinkle.
We demand not to wake her gently, and to open a series of dust like tiny stars seemed to emanate from inside the envelope. My husband and I read it while writing in that little sheet and if we were stunned by what happened, our degree of perplexity grew even more. The letter reads:

This girl is special,
I have been sent from afar
as a gift of the Creator,
care for, educate and love.
hers name is Minin, please respect it.

At the end instead of a signature stamp in appeared a kind of sealed it seemed the footprint of a small cat. The creature stole our heart from the first moment, so it goes without saying that we comply and drove all the way intricate and tedious necessary to achieve their adoption. Since then Minin has been part of our family and has filled our lives with joy, emotion and tenderness.

As you can see, we respect the name in small letter quotes, though at first we were not quite agree with it, as time went on we realized that we could not have taken more accurate decision, and then I will show you why.

Our little daughter was always predilection for everything that make reference or flat belonged to the world of cats. Their toys were always cats, tigers, panthers, jaguars, leopards, ocelots and feline animal as they appeared on her way.

Her room and our house were gradually underwent a metamorphosis throughout your decor and everything had to do with the world of this species. At first not wanting the same inertia to provide our baby, we took our home be filling all these accessories and furniture, because as you can guess the cats in our list of zoological preferences were probably in last place. But the sages say these correctly, you can view what less safe in your home will have and how life takes many rollovers. So, our home is now full and upholstery items, furniture, and ornaments that did honor to the world of cats.

When Nin was able to issue its first words in half words, she told me perform an elaborate hairstyle, a sort of bow that adorned his crown so that seemed made cat ears with your own hair, when she was old enough, she is thus combing and learned to do it in a way that it was much better than when I combed her hair redheads.

We knew that our daughter was special and that their preferences are not matched to any girl in our neighborhood, but apart from his strange hobby, we considered a normal girl, that regardless that was truly exemplary scholastic issues, always got the better in all areas of their learning, reading and math stood a long time before entering any educational institution in a natural way. Apart from these exceptions, our little could pass through this world, like any other girl of her age. And all would have been well if it was not a good day school teachers who attended Nin organized a masquerade, where children had to make their own mask, to attend the event, its development should be based on what pleased them most, of course Nin’s mask was of a cat.

My little child spent several days preparing her mask in her room and saying that when I had finished she wanted to surprise us, not allow anyone to enter while she's had for safe keeping.

Then came the famous day of the event and Nin had us expectantly, all home expecting his appearance and did not disappoint the audience, her appearance and her mask stunned us. Our little girl had changed her hairstyle, now its head the kind of headband adorned with two beautiful crowned cat ears were so perfect that seemed part of his head, had until fur for their species and seemed to move, the mask was the same manufacturing and against all odds it was not ears, so that by putting it on her face make that Nin had on his neck a true living head of a cat.

One of the things that impressed my husband and me, was the fact that the mask did not have the classic perforations at the site corresponding to the eyes to look and yet Nin saw perfectly through the eyes of the mask and even seemed to be moving the other and perhaps most shocking is that the girl had become a kind of meshes in morphology and in its tip ending in a perfect cat legs and under her dress appeared a beautiful and mighty tail. Seeing our faces Nin just said - Oh, this?,  just accessories.

Yolanda de la Colina Flores
Otoño del 2013

           
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